EL GRAN LEÓN
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EL GRAN LEÓN
Ay! Estudiantes! Casi… te faltó esto Pincha. Qué sensación de vacío que nos queda, bronca, mucha bronca porque era nuestro, faltó suerte quizás. Sobró garra, fuerza y mucho corazón.
Una vez más pusieron todo, no hay reproches, sólo agradecimiento.
Por qué será que cuando te lesionaste, en tu cara se avecinaba lo peor; es increíble cómo medimos la temperatura del equipo a través tuyo: tus gestos y acciones. Hay pocos jugadores que transmiten tan bien el sentimiento de los hinchas. Tus gritos, aplausos y enojos son nuestros gritos, aplausos y enojos.
Porque sos el espejo de lo que quisiéramos hacer todos adentro de la cancha. Es por eso que te buscan los rivales, te tiran a las piernas porque envidian tu entrega y talento.
Porque siempre estuviste de alguna forma. Porque cuando no eras uno de los 11, eras uno de nosotros… como en aquel clásico del 95, en esa canchita del bosque, donde nos hallábamos aplastados y asfixiados por los gases y vos estabas ahí, colgado de una bandera.
Porque volviste a jugar, a dejar todo, a ganar un campeonato, entero y no arruinado como tantos de tus colegas, volviste a tu casa.
Porque nos deleitamos con tus preciosos pasos, con tu pegada original e increíble y por tu corazón que es rojo y blanco.
Porque nos llenamos la boca hablando de vos.
Porque te defendemos ante todos y a pesar de todo.
Porque como jugador e hincha sos increíble y tu conducta intachable.
Porque generalizar es malo y arbitrario pero con vos me animo a hacerlo: no importa género, edad, profesión o lugar que ocupemos en la cancha o en nuestra casa… BRUJITA TE AMAMOS.
Una vez más pusieron todo, no hay reproches, sólo agradecimiento.
Por qué será que cuando te lesionaste, en tu cara se avecinaba lo peor; es increíble cómo medimos la temperatura del equipo a través tuyo: tus gestos y acciones. Hay pocos jugadores que transmiten tan bien el sentimiento de los hinchas. Tus gritos, aplausos y enojos son nuestros gritos, aplausos y enojos.
Porque sos el espejo de lo que quisiéramos hacer todos adentro de la cancha. Es por eso que te buscan los rivales, te tiran a las piernas porque envidian tu entrega y talento.
Porque siempre estuviste de alguna forma. Porque cuando no eras uno de los 11, eras uno de nosotros… como en aquel clásico del 95, en esa canchita del bosque, donde nos hallábamos aplastados y asfixiados por los gases y vos estabas ahí, colgado de una bandera.
Porque volviste a jugar, a dejar todo, a ganar un campeonato, entero y no arruinado como tantos de tus colegas, volviste a tu casa.
Porque nos deleitamos con tus preciosos pasos, con tu pegada original e increíble y por tu corazón que es rojo y blanco.
Porque nos llenamos la boca hablando de vos.
Porque te defendemos ante todos y a pesar de todo.
Porque como jugador e hincha sos increíble y tu conducta intachable.
Porque generalizar es malo y arbitrario pero con vos me animo a hacerlo: no importa género, edad, profesión o lugar que ocupemos en la cancha o en nuestra casa… BRUJITA TE AMAMOS.
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