Superlogico.

Soñamos, es lógico.

Comienza una nueva ilusión para todo el pueblo pincharrata. Haremos frente al torneo Clausura con algunas incomodidades, como la cantidad de partidos a jugar entre campeonato local y copa, pero las esperanzas están intactas. Y es una esperanza fundamentada, no sólo en la mística ganadora del León, sino en el rendimiento demostrado en los amistosos durante la pretemporada, la riqueza del plantel (aunque faltaría un refuerzo adelante), la calidad de los jugadores (muchos citados para la selección) y las buenas apariciones de algunos juveniles (caso Hoyos y el nivel de Nuñez). Por todo esto el Pincha iniciará una nueva travesía con la confianza propia de un equipo ganador.

Lógicamente, también tenemos problemas e incógnitas. Si bien las lesiones de Braña y Sánchez suman preocupación a los leones de Sabella, el balance es positivo. Hasta ahora el Dt se las está ingeniando bien y ha encontrado respuestas en el banco de suplentes. Creo que los principales interrogantes pasarán por la potencia ofensiva según quien sea el acompañante de Boselli, el nivel de Angeleri posterior a su lesión, y el rendimiento de Orión, quien a primera vista parece perfilarse como titular en el arco albirrojo.

Se vienen 7 cotejos en apenas 21 días. El León de La Plata sigue plantado en la misma postura de siempre y llevando a cabo una idea de juego que es la que lo depositó en el éxito por el que está atravesando. Decir Estudiantes para los rivales es sinónimo de que será un partido duro. Hace tiempo que este equipo es cosa seria, la clave pasa por un equipo que entusiasma, una hinchada que apoya masivamente y un presente que invita a soñar. Confiamos en que Estudiantes no tendrá inconvenientes para ser protagonista y animador.

Tal vez todas estas apreciaciones queden de lado cuando suena el pitazo inicial. La pelota comenzará a rodar y con ella se pondrán en marcha todos nuestros sueños y alegrías. De la mano del mejor jugador de América y acompañado por esos leones que tantas satisfacciones nos han sabido regalar, nos damos permiso de esperanzarnos con volver a ver al pincha peleando allá arriba, de seguir estando orgullosos de esta pasión albirroja; y, por qué no, ilusionarnos con volver a sumar una estrella en nuestra gloriosa camiseta….

La lógica nos avala. La realidad nos empuja. La mística y el corazón nos llevan adelante. Que así sea.



Leongieco.